
Manuel Espinosa Padrón (Manolo, como le conocíamos todos) nos dejó el día 21 de octubre de 2024. Este tinerfeño, nacido en Los Realejos cursó sus estudios de Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid y desarrollo el trabajo de su tesis doctoral titulada “Variabilidad de la cromogénesis en especies de Pseudomonas” desde 1966 hasta 1969 en el Instituto Jaime Ferrán de Microbiología bajo la dirección del Prof. Antonio Portolés, el magnífico microbiólogo con quien se inició en la investigación.
El Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) ha sido siempre la casa de Manolo, así inició su carrera científica en un instituto precursor del futuro CIB y permaneció trabajando en este centro a diario, en total aproximadamente 60 años, con las distintas categorías de estudiante, colaborador científico, investigador científico, profesor de investigación, director del CIB (1992-1993) y científico ad honorem hasta su fallecimiento. Siendo ya investigador en plantilla realizó estancias en el laboratorio del Dr. Gerard Venema en el Institute of Genetics, Univ. Groningen, Holanda (1974); en el laboratorio de la Dra. Miroslawa Piechowska Institute of Biochemistry and Biophysics, Varsovia, Polonia (1978) y en el laboratorio del Dr. Sanford Lacks Brookhaven National Laboratory (BNL), Upton, Estados Unidos (1980-1981). Durante estos años fue profundizando en su formación microbiológica especializándose en genética microbiana y finalmente en biología molecular.
Así, a su regreso de Estados Unidos creo su grupo de investigación en el CIB y comenzó su periplo por la ingeniería genética. Traía como equipaje, adquiridos por él, los equipos pioneros de electroforesis desarrollados en el BNL, que posteriormente utilizaron las compañías comerciales. También, Manolo portaba los vectores plásmidicos basados en el promotor del bacteriófago T7, y su sistema de sobreexpresión proteica asociada, desarrollados por los Prof. William Studier y John Dunn en el BNL.
Durante el resto de su carrera formó a numerosos científicos pre- y post-doctorales como biólogos moleculares y realizó contribuciones fundamentales en los campos de transferencia genética en bacterias, replicación de plásmidos mediante el mecanismo de circulo rodante, resistencia bacteriana a antibióticos, regulación de la expresión génica en bacterias y mecanismos de los sistemas toxina-antitoxina bacterianos. Prueba de su reconocimiento a nivel internacional, cabe resaltar su nombramiento como miembro de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO) en 1996.
Quiero resaltar que además de ser un magnífico científico, era un humanista y amigo de todos los miembros de CIB, a los que, sin distinción, el consideraba sus compañeros.
Nos deja un hombre excepcional, que siempre antepuso el formar, ayudar y mostrar su entusiasmo a quienes se cruzaron en su camino. Y nunca quiso hacer conscientemente mal a nadie.
Para terminar, quiero manifestar, que en mi opinión sus discípulos, entre los que me incluyo, han intentado y seguirán intentando continuar su legado de rigor y ética profesional, acompañado de camaradería y de humanismo por toda España, en Europa, en América y en Asia.
Querido Manolo descansa en paz y desde el CIB todo nuestro cariño a tu mujer y compañera científica Alicia Bravo, a tu hijo, el científico Manuel Espinosa Urgel y al resto de tu familia.
Paloma López
Otros artículos en homenaje a Manuel Espinosa:
Revista Microbial Biotechnology : enlace.