
Eduardo Oliver, incorporado en el mes de abril de 2022 al Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CSIC) como jefe de grupo e investigador Ramón y Cajal, es co-primer autor de un trabajo que se acaba de publicar en la revista British Journal of Pharmacology. Desarrollado durante su etapa en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), el estudio muestra el potencial del metoprolol, medicamento de la familia de los betabloqueantes, como neuroprotector durante un ictus.
Los accidentes cerebrovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo occidental. El ictus isquémico, que se produce cuando se obstruyen las arterias cerebrales, impidiendo así que la sangre llegue al cerebro, es el evento más común. Actualmente, hay pocas alternativas terapéuticas para tratar las consecuencias de un ictus. Una de las más graves es la muerte de las neuronas a causa del tiempo sin oxígeno, o la inflamación cerebral que ocurre tras la reapertura de la arteria obstruida, que provocan un daño en el cerebro que es el responsable de gran parte de las secuelas que tienen los supervivientes.
El trabajo, liderado por el Dr. Borja Ibáñez en el CNIC, donde Oliver era investigador postdoctoral hasta su traslado al CIB Margarita Salas, ha demostrado en un modelo de rata que el tratamiento con metoprolol es capaz de proteger al cerebro durante un ictus y reducir considerablemente sus consecuencias posteriores. Así, las ratas que recibieron metoprolol intravenoso durante el curso del ictus, mostraron una menor inflamación cerebral y muerte neuronal que, a largo plazo, se tradujo en una mejoría en las capacidades neuromotoras del animal.
El metoprolol se ha utilizado desde hace más de 40 años en pacientes con hipertensión arterial o arritmias. Oliver et al. demostraron en primer lugar que este fármaco era beneficioso en pacientes que estaban sufriendo un infarto de corazón, ya que inhibe la inflamación exacerbada mediada por un tipo de células del sistema inmune, los neutrófilos. En esta línea, en trabajos anteriores del grupo ya comprobaron también que el metoprolol reduce la inflamación exacerbada en el contexto de un infarto de miocardio o en los pulmones de pacientes con Covid-19 severo.
Este estudio abre la puerta a poder investigar en ensayos clínicos la utilidad de metoprolol en pacientes con ictus cerebral isquémico, algo que podría ayudar a evitar las secuelas neurológicas de los supervivientes reduciendo así el coste para el sistema de salud.
El trabajo es fruto de una colaboración multidisciplinar entre varios grupos de diferentes centros pertenecientes a tres áreas diferentes del Centro de Investigación Biomédica en Red: CIBER de enfermedades Cardiovasculares, CIBER de enfermedades Neurodegenerativas y CIBER de Salud Mental.
El estudio ha recibido financiación del Instituto de Salud Carlos III; el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) “Una forma de hacer Europa”; Comunidad de Madrid cofinanciado con los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y por la Agencia Estatal de Investigación, y el Consejo Europeo de Investigación (ERC) a través del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020.
Video. Reconstrucción tridimensional de un cerebro tras un ictus isquémico que muestra el mantenimiento de la barrera hematoencefálica gracias al tratamiento con metoprolol.
Referencia: Neutrophil β1 adrenergic receptor blockade blunts stroke-associated neuroinflammation. A. Clemente-Moragón*, E. Oliver*, D. Calle, L. Cussó, M. Gómez Tech, J.M. Pradillo, R. Castejón, N. Rallón, J.M. Benito, J.C. Fernández-Ferro, J. Carneado-Ruíz, M.A. Moro, J. Sánchez-González, V. Fuster, M. Cortés-Canteli, M. Desco, B. Ibáñez (2022) British Journal of Pharmacology. https://doi.org/10.1111/bph.15963
Más información:
Nota de Prensa del CNIC: enlace.