
Los investigadores Teresa Suárez y Enrique J. de la Rosa y su grupo, del Centro de Investigaciones Biológicas participan, junto con el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (CSIC), la Universidad de Barcelona y el Instituto de Bioingeniería de Cataluña, han conseguido introducir en células vivas mediante lipofección chips miniaturizados capaces de monitorizar los cambios que experimenta la célula a lo largo del tiempo sin necesidad de matarla. El trabajo, publicado en la revista Advanced Materials, destaca que al reducir el tamaño de estos dispositivos, se pueden introducir en una célula viva, abriendo la posibilidad a estudios más precisos en el campo de la medicina.
La sofisticada fabricación de estos dispositivos, que están realizados en dióxido de silicio, se basa en técnicas empleadas en la industria de chips microelectrónicos y la estampación selectiva de biomoléculas, método en el que la tinta empleada es una solución de moléculas. El resultado son chips que, además de permitir el análisis de células sin necesidad de destruirlas, facilitan su estudio individual. “Este tipo de análisis es de gran interés porque se ha descubierto que la heterogeneidad en una misma población celular es importante en muchos procesos fisiológicos y patológicos”, señala la investigadora Teresa Suárez, del Centro de Investigaciones Biológicas de Madrid.
N. Torras, J. P. Agusil, P. Vázquez, M. Duch, A. M. Hernández-Pinto, J. Samitier, E. J. de la Rosa, J. Esteve, T. Suárez, L. Peìrez-García y J. A. Plaza. Suspended Planar-Array Chips for Molecular Multiplexing at the Microscale. Advanced Material. DOI: 10.1002/adma.201504164